Son muchas las empresas que, a la hora de disponer de un bien, se plantean el recurrir a lo que se conoce con el nombre de leasing. El leasing es un contrato de arrendamiento financiero con opción de compra obligatoria a ejercitar a decisión del arrendatario.
Mediante la firma de un contrato de leasing (vocablo que, en inglés, quiere decir arriendo), una empresa de leasing transmite al financiado el uso y disfrute de un bien a cambio de una prestación periódica y por un tiempo determinado. Cuando finaliza el tiempo del contrato, el financiado debe devolver el bien a la empresa de leasing, prorrogar el plazo del mismo o bien ejercitar la opción de compra de dicho bien. Se puede dar el caso, también, de que el bien entregado en leasing quede tecnológicamente obsoleto. En esos casos, el arrendador puede solicitar la sustitución del bien en cuestión por otro de tecnología más avanzada.
El arrendatario o financiado, al firmar el contrato de leasing, asume los riesgos de pérdida o deterioro del bien sin por ello haberlo adquirido en propiedad.
Como contrato mercantil, el contrato de leasing es un tipo de contrato mixto que incluye características propias de los contratos de alquiler de bienes muebles o inmuebles y características propias de los contratos de préstamo. El hecho de que, en cierta medida, el contrato de leasing sea un contrato financiero hace que las sociedades de leasing estén sujetas al control y a la supervisión del Banco de España.
Ventajas y desventajas del leasing
La persona o empresa que se esté planteando optar a firmar un contrato de leasing para así poder disponer del uso y disfrute de un bien determinado debe tener siempre presenta que el leasing presenta una serie de ventajas y desventajas respecto a otras formas de financiación.
Entre las ventajas del leasing podemos distinguir las siguientes:
- Permite financiar el total de la inversión sin por ello tener que pagar una entrada.
- Se puede aplicar las amortizaciones sobre los bienes para pagar menos impuestos, pues lo que se paga por el leasing se resta a los beneficios de la empresa, considerándose, pues, que éstos disminuyen.
- Se puede adquirir el bien en propiedad una vez finalizado el tiempo especificado en el contrato de leasing.
- No genera un aumento de la deuda, por lo que no se tendrá en cuenta por las entidades de crédito que deban valorar si conceder un préstamo o no.
- Posibilita una más rápida adaptación a los cambios tecnológicos.
Por su parte, entre las desventajas que una persona o empresa puede encontrar en el leasing podemos destacar los siguientes:
- Puede resultar más caro que las condiciones de financiación ofrecidas por una entidad financiera ya que este tipo de contratos están sujetos al tipo general del IVA.
- No se puede adquirir la propiedad del bien antes de que finalice el contrato de leasing.
- Se paga siempre la misma cuantía aunque el bien se vaya deteriorando progresivamente.
Tipos de contratos de leasing
Dentro de los contratos de leasing podemos encontrar diferentes modalidades según sea la finalidad del mismo o según sea el objeto que se entrega en leasing.
Según la finalidad del contrato de leasing podemos distinguir entre el leasing operativo y el leasing financiero. En virtud del leasing operativo, la empresa de leasing se obliga a ceder a otra de manera temporal un bien a cambio de una renta periódica estando obligada a sustituir la tecnología obsoleta. Por su parte, el leasing financiero es aquel por el que una de las partes se obliga a adquirir de un tercero un bien, que la otra parte ha elegido previamente, contra el pago de un precio pactado y convenido de antemano para uso y disfrute de ese bien durante un período de tiempo determinado por contrato.
Respecto al objeto del contrato, el leasing puede ser mobiliario o inmobiliario. En el caso del leasing mobiliario, el contrato se firma entre una empresa de leasing y un usuario. La empresa de leasing, en este caso, se obliga a adquirir un bien mueble elegido previamente por el usuario para, a continuación, ceder a éste el uso a cambio de un pago periódico y durante un plazo determinado. Finalizado dicho plazo, el bien objeto del leasing se pueda comprar pagando el valor residual del mismo.
El leasing inmobiliario, por su parte, es aquel contrato en virtud del cual una sociedad contrata a una empresa o sociedad de leasing que, tras adquirir un inmueble a un tercero, lo cede a la sociedad primera por un tiempo determinado y a cambio de un pago arrendaticio pactado. Habitualmente, el leasing inmobiliario es una especie de alquiler con opción a compra a favor del usuario o sociedad que ha contratado el leasing.
El contrato de leasing tiene su reverso, el contrato de arrendamiento financiero inverso o lease-back. El lease-back consiste en la venta de un bien de nuestra propiedad a una sociedad de leasing. Esta venta no impide que nosotros sigamos manteniendo el uso del bien vendido.