Los registros de morosos o registros de impagados son bases de datos que recopilan información sobre las personas o empresas que tienen deudas pendientes.
En España existen varias listas de morosos que se utilizan como herramientas para evaluar la solvencia de los individuos y evitar riesgos financieros.
En este artículo te explicaremos qué son los registros de morosos, cómo funcionan, la importancia de mantener un buen historial crediticio, las consecuencias de estar en una lista de estas características, cuáles son las listas más famosas en España y qué pasos deben seguirse para salir de una de ellas.
¿Qué son y cómo funcionan los registros de morosos o registros de impagados?
Los registros de morosos o de impagados son bases de datos que recopilan información sobre personas o empresas que han incurrido en impagos o deudas no saldadas.
Estas listas son utilizadas por entidades financieras, empresas de servicios y proveedores para evaluar el riesgo crediticio de sus clientes potenciales.
Estar incluido en un registro de morosidad puede tener consecuencias negativas, como dificultades para obtener créditos o préstamos, limitaciones para contratar servicios básicos e incluso dificultades para encontrar empleo.
El funcionamiento de estos registros es fundamental para comprender cómo se lleva a cabo el proceso de inclusión en estas listas. Estos registros son bases de datos que recopilan información sobre personas o empresas que tienen deudas impagadas. Las entidades financieras, empresas de servicios y otros acreedores envían regularmente información sobre sus clientes deudores a estos registros. Esta información incluye el nombre del deudor, su DNI o CIF, así como la cantidad adeudada y la fecha en que se produjo el impago.
Una vez que una persona es incluida en una lista de morosidad, su historial crediticio se ve afectado negativamente. Esto puede dificultar futuras solicitudes de crédito, préstamos o contratos con empresas proveedoras de servicios. Además, las entidades financieras y otras empresas consultan regularmente estos registros antes de realizar cualquier transacción comercial con un potencial cliente.
Es importante destacar que la inclusión en un registro de morosidad no es inmediata. Antes de ser incluido, el deudor debe recibir una notificación previa informándole sobre la existencia de la deuda y otorgándole un plazo para su pago o para presentar alegaciones en caso de error. Si el impago persiste después de este periodo, se procederá a la inclusión en el registro correspondiente.
Importancia de mantener un buen historial crediticio
Mantener un buen historial crediticio es de vital importancia para cualquier persona que desee tener acceso a préstamos, créditos y otros servicios financieros. Un historial crediticio positivo demuestra a los prestamistas que una persona es responsable con sus obligaciones financieras y tiene la capacidad de pagar sus deudas a tiempo. Esto genera confianza en las entidades financieras y aumenta las posibilidades de obtener préstamos en el futuro con condiciones favorables, como tasas de interés más bajas o plazos de pago flexibles.
Además, un buen historial crediticio puede ser determinante a la hora de solicitar una hipoteca, un crédito para comprar un automóvil o incluso alquilando una vivienda. Muchas empresas y propietarios utilizan el historial crediticio como referencia para evaluar la solvencia económica de una persona y tomar decisiones sobre si otorgarles un préstamo o permitirles alquilar una propiedad.
Por otro lado, mantener un historial crediticio negativo puede tener graves consecuencias. Estar en una lista de morosos dificulta enormemente la obtención de crédito y puede limitar las opciones financieras disponibles. Además, las personas con mal historial crediticio suelen tener que enfrentar condiciones más desfavorables, como tasas de interés más altas o requisitos más estrictos para obtener financiamiento.
Consecuencias de estar en un registro de morosos
Como hemos indicado, estar en una lista de morosidad puede tener graves consecuencias para las personas y empresas. En primer lugar, dificulta enormemente la obtención de créditos o préstamos, ya que las entidades financieras suelen consultar estos registros antes de conceder cualquier tipo de financiación. Esto implica que si alguien se encuentra en una lista de morosidad, es muy probable que se le denieguen solicitudes de crédito, hipotecas e incluso tarjetas de crédito.
Además, también puede afectar negativamente a la contratación de servicios como telefonía móvil, internet o seguros, ya que muchas empresas consultan estos registros antes de aceptar nuevos clientes.
Otra consecuencia importante es el daño a la reputación crediticia. Estar en una lista de morosos implica que se ha incumplido con el pago de alguna deuda, lo cual puede generar desconfianza y afectar la imagen financiera de la persona o empresa involucrada. Esto puede llevar a un círculo vicioso en el que resulta cada vez más difícil acceder a nuevos créditos o servicios.
Además, estar en una de estas listas puede tener repercusiones legales. Los acreedores pueden emprender acciones legales para recuperar las deudas impagadas, lo cual puede resultar en embargos, subastas o incluso demandas judiciales. Esto no solo implica el riesgo de perder bienes o propiedades, sino también incurrir en costos legales adicionales.
Los registros de morosos más famosos de España
Las listas de morosos más famosas de España son las siguientes:
- ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito). Creado en 1967 y gestionado por Equifax, ASNEF es el registro más representativo de España. Equifax recopila y actualiza cada día los datos proporcionados por más de 270 entidades entre los que figuran desde entidades financieras de crédito hasta aseguradoras o compañías de gas, telefonía, electricidad, etc.
- RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas). El RAI es utilizado principalmente por entidades financieras y comerciales para evaluar la solvencia de sus clientes y evitar riesgos crediticios. Este registro de morosos recoge información sobre impagos y deudas iguales o superiores a los 300 euros de las personas jurídicas. ¿Quién proporciona los datos recogidos en esta lista? Fundamentalmente, los bancos y entidades financieras.
- CIRBE (Central de Información de Riesgos). Esta base de datos pertenece al Banco de España y en ella se recogen prácticamente todos los préstamos, créditos y avales que forman los activos de las entidades financieras de nuestro país.
- FIM (Fichero de Inquilinos Morosos). El FIM se enfoca en los impagos relacionados con el alquiler de viviendas y es consultado por arrendadores y agencias inmobiliarias para tomar decisiones sobre futuros inquilinos.
Los registros de morosos deben ajustarse a las leyes vigentes sobre protección de datos.
Para estar registrado en una lista de morosidad no se necesitan gran cosa. Puede bastar con no saldar una deuda de cien euros. Si deseas saber si figuras en una de estas listas puedes hacerlo accediendo a las páginas web de Equifax o RAI.
Cómo salir de una lista de morosos: pasos a seguir
Quien está inscrito en una lista de morosos está asistido por cuatro derechos fundamentales. Esos derechos son los siguientes:
- Derecho de acceso. El moroso puede acceder al registro para obtener la información referente a los acreedores, los importes y a las entidades que han consultado sus datos en los últimos seis meses.
- Derecho de modificación o posibilidad de cambiar los datos personales que el afectado vea oportuno.
- Derecho de oposición o garantía de no volver a ser inscrito en un registro de este tipo.
- Derecho de cancelación para poder corregir o cancelar las anotaciones erróneas.
Para salir de una lista de morosos en España, es importante seguir algunos pasos específicos.
En primer lugar, es necesario ponerse en contacto con la empresa o entidad que ha incluido nuestro nombre en el registro y solicitar una copia de la deuda. Una vez que tengamos esta información, debemos comprobar si la deuda es legítima y si estamos en desacuerdo con ella, podemos presentar una reclamación.
Si la deuda es válida, el siguiente paso es reconocer la deuda y negociar un acuerdo de pago con la empresa. Es importante establecer un plan realista y comprometerse a cumplirlo para poder salir de la lista.
Una vez que hayamos pagado la deuda, debemos solicitar un certificado de cancelación a la empresa y asegurarnos de que actualicen nuestros datos en el registro.
Es recomendable conservar toda la documentación relacionada con el pago y cancelación de la deuda como prueba en caso de futuras disputas. Salir de una lista de morosos puede llevar tiempo y esfuerzo, pero es fundamental para recuperar nuestra reputación crediticia y evitar las consecuencias negativas asociadas a estar en un registro de este tipo.
Respecto al daño moral que pueda sufrir el afectado por estar incluido en el registro de morosos de manera ilícita hay que decir que existe jurisprudencia: el Tribunal Supremo, de hecho, ha reconocido el carácter indemnizable de ese daño moral.